domingo, 8 de agosto de 2010

Estación Moreno Sonora (donde se embarcó el grafito para el primer reactor nuclear del mundo)

Estación Moreno Sonora es ahora un sitio abandonado que se encuentra a 351 kilómetros al sur de la Ciudad de Nogales, siguiendo la vía del ferrocarril aproximadamente a 64 kilómetros al norte de Empalme Sonora, y también, a 75 kilómetros al sur de Hermosillo.

Como se puede verificar en el sistema de google earth, su localización geográfica está en 28 grados, 30 minutos y 12.36 segundos de latitud norte, con 110 grados, 40 minutos y 59.19 segundos de longitud oeste.

Este lugar abandonado fue, durante décadas, de importancia estratégica fundamental para los intereses nucleares de los Estados Unidos, pues como puede apreciarse en la siguiente fotografía, el almacen que se observa al fondo, enmedio de dos árboles, albergó entre 1940 y 1946 el grafito que sirvió para construir el primer reactor nuclear que logró alcanzar estado crítico en diciembre de 1942.







El rector nuclear a que me refiero se conoce ahora como la pila de Fermi y una imagen del mismo se aprecia enseguida. Es una foto de la colección: University of Chicago Centennial Catalogues, y puede encontrarse en la siguiente dirección de Internet

http://www.lib.uchicago.edu/e/spcl/centcat/fac/images/faculty_img54_lrg.jpg



Esta pila era un reactor nuclear controlado, fue hecha con base en el siguiente diagrama del mismo Enrico Fermi, quien fue el físico teórico estrella del proyecto inicial que culminó después en la elaboración de las primeras bombas atómicas.




Los cuadritos dibujados en la página izquierda del cuaderno eran bloques de grafito altamente purificado y las rueditas negras eran el uranio en el cual habría de realizarse los procesos de choque de neutrones contra átomos de uranio 235.

El grafito son átomos de carbono acomodados como se indica en la siguiente figura





y las razones físicas por la que fue utilizado será relatada en otro blog.

La imagen del grafito es el de una piedra negra como la de la siguiente fotografía




Más de 70 días antes de que fuera hecho el diagrama insertado arriba, para ser precisos en septiembre de 1941, un grupo de físicos alemanes bajo la dirección de Werner Heisenberg habían logrado fabricar su propio reactor nuclear, que no alcanzó el estado crítico porque les faltaba la cantidad suficientemente grande de agua pesada. Sin embargo, el experimento les permitió calcular cuánta agua pesada y cuánto uranio les faltaba para alcanzar el estado crítico. Les sirvió para saber que estaban en el camino correcto y para medir en qué punto se encontraban de ese desarrollo hacia un explosivo nuclear.

En 1941, la diferencia en adelantos estaba a favor de los alemanes, pero como estos no tenían suficiente agua pesada, ni habían logrado establecer en el experimento la importancia del grafito para los reactores nucleares, se quedaron allí, mientras que los científicos reunidos por los estadounidenses siguieron avanzando.

La primera gran diferencia fue el grafito, que salió de la mina llamada San José de Moradillas y fue embarcado por ferrocarril en Estación Moreno Sonora.

Uno de los mineros que trabajaron en el interior de esa mina de grafito se observa de espaldas en la siguiente fotografía, conduciendo una carreta jalada por un caballo, llevando agua en una pipa pequeña de 600 litros. Cuando trabajaba en el interior de esa mina, con pago a destajo, es decir, con sueldo que dependía de la cantidad de mineral que lograba sacar, tenía menos de 25 años, igual que su esposa. Juntos iniciaban el largo camino que los llevó a construir una familia en condiciones climáticas extremas, al margen de las ayudas asistenciales mexicanas que vendrían décadas después. En el trayecto de sus vidas jóvenes perdieron dos hijos, presumiblemente por la falta de atención médica, o por la mala calidad de la existente.




Al fondo de la foto se aprecia el almacén más viejo, donde se albergó el grafito del que hablamos. El otro fue construido más de 15 años después de terminada la segunda guerra mundial.

A la izquierda de la carreta se aprecia un montón de grafito de mala calidad, cuyo uso será relatado aquí en otra ocasión.

En primer plano se ve el cerco de su casa, a la izquierda un laurel y a la derecha un árbol de limón.

Por encima del montón de grafito se aprecian, borrosas, dos de los vagones de ferrocarril que se usaban para transportar el grafito hacia los Estados Unidos. Se llamaban tolvas.

En Estación Moreno Sonora no había agua, pues el ferrocarril había desactivado su pozo cuando introdujo el sistema de máquinas con motores a base de diesel. Había que traer el agua en la carreta desde más de 2 kilómetros de distancia. A menos de 300 metros de este terreno que se aprecia en la fotografía pasaban los cables que conducían la energía eléctrica desde una central termoeléctrica en Guaymas Sonora, iban rumbo a Hermosillo, pero en Estación Moreno, nunca hubo electricidad desde esa fuente.

La historia de sus habitantes fue siempre esa, trabajar para la civilización, sin disponer de ella. El paisaje era negro a causa del grafito, en un terreno pedregozo de manera natural y con 48 o 50 grados de temperatura en el verano. Sin un pedazo de hielo, sin refrigeradores, sin agua fría, sin un abanico para calmar el calor, mientras se trabajaba para una civilización que nos llegaba por el aire, en la información que portaban las ondas de la radio, único contacto directo con el exterior.

1 comentario:

  1. hola tiene informacion de una mina que extraiga actualmente el grafito y que pueda contactarla

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